Aunque sólo ha pasado un mes, estas navidades han pasado tantas cosas en casa que parece un año desde la última cena. Ha sido como volver a retomar la vida de nuevo. Ya se que poco a poco, pero cuesta. Ha sido reparador volver a sentir cosas agradables. La verdad es que ya nos sentimos como en casa. Trato amable y cercano, buena comida, detalles infinitos y buena compañía.
Esta vez el menú perfecto, sin un pero. Espectacular puesta en escena. Caldos a la altura y un poco de paz. ¿Qué más se puede pedir?